Ventajas Colaborativas

A inicios de este año recibí un correo indicando que había sido seleccionada y asistiría con todos los gastos pagados al 51º Simposio de la Universidad de St. Gallen en Suiza, en la categoría de «líderes del mañana». Y antes de avanzar a las experiencias, me gustaría proporcionar un poco de contexto sobre el evento y cómo participar. 


Existen tres formas de para ser elegido (a) como líder del mañana. La primera es a través de un ensayo (los mejores 100 son invitados al evento). La segunda, a través de una competencia global que es realizada en conjunto con la universidad de Oxford en la que los participantes desarrollan soluciones a un reto relacionado con alguna problemática global y saliente. Y finalmente la tercera que es mi caso, por medio del «knowledge pool». Se trata de una selección de 95 jóvenes profesionistas que poseen una trayectoria profesional destacada y que son nominados por un alumni, es decir un asistente previo al simposio. Toda la información sobre cómo participar se encuentra en la siguiente liga: https://symposium.org/

Ahora bien, ya entrando en materia, el  Simposio de St. Gallen es el foro más importante a nivel global que promueve un diálogo inter-generacional. Es decir, los convocados son una mezcla de profesionistas jóvenes y seniors. Las sesiones están diseñadas a manera que los participantes puedan dialogar, hacer preguntas (algunas incómodas) e intercambiar contactos con personas de todas las edades y profesiones, que a través de una app se les podría “invitar a conectar.” La aplicación servía como agenda y asistente, ya que enviaba notificaciones cuando una sesión estaba a punto de iniciar. Como es de observarse, el componente tecnológico es solo un ejemplo, pero bastante ilustrativo para evidenciar la calidad del Simposio. Sin duda, un encuentro de primer nivel. 


Es importante destacar que el Simposio es organizado por un comité de 30 estudiantes de licenciatura que dejan de estudiar un año de su carrera para planear y ejecutar el evento. De esa magnitud es la relevancia de este evento para la comunidad Suiza. Las actividades que realizan los organizadores van desde la recaudación de fondos, hasta el diseño de las actividades logísticas y un “scouting” al rededor del mundo para reclutar a los líderes del mañana y promocionar el evento. Además, durante la semana que se lleva a cabo el simposio, 450 estudiantes se ofrecen como voluntarios para contribuir en diversas tareas. Se convierten en choferes, baristas y/o anfitriones de hogar,  pues todos los líderes del mañana se hospedan en casa de algún estudiante de la universidad que ofrece su espacio para recibir a los participantes internacionales. 

Cada año se elige un tema sobre la cual orbitan los diferentes paneles y talleres, y en esta ocasión fue seleccionado #CollaborativeAdvantage como la temática anual. De manera paralela, en la mayoría de las discusiones se abordaron temáticas relacionadas con los retos para las nuevas generaciones, como la sustentabilidad del planeta y la lucha contra el cambio climático; las expectativas laborales, los cambios demográficos y su impacto en las pensiones; y por supuesto la crisis de los sistemas democráticos y del orden internacional liberal. 

Si bien sería imposible describir todas las vivencias, seleccioné algunos de mis aprendizajes más destacados y las experiencias más trascendentes durante el simposio.


En primer orden, tuve  la oportunidad de escuchar (de forma virtual) a Maria Ressa, premio Nobel de la Paz 2021, hablar sobre de las crecientes tendencias autoritarias, su relación con la explosión de las redes sociales como fuentes de información y las implicaciones para el futuro de nuestros sistemas democráticos.


“Estamos inmersos en una batalla por nuestra atención, una batalla por nuestras mentes y por nuestras emociones” Maria Ressa – Premio Nobel de la Paz 2021

También, tuve oportunidad de aprender sobre la política neutral de Suiza y Austria. A raíz de la invasión de Rusia a Ucrania, ha revivido el diálogo al interior de estos países, y ahora se preguntan hasta qué punto se debe aplicar la política y su ley de neutralidad. Ambas naciones, coinciden en que la política neutral debe ser asumida como un mecanismo flexible que, cuando valores como la libertad, el derecho internacional y la autodeterminación se ven comprometidos, no se debe reparar en salir en su defensa.

“A la hora de elegir entre la libertad y la opresión, uno no puede ser indiferente” Ignazio Cassis – presidente de la Confederación de Suiza.

En la sesión dónde se discutió sobre el futuro de la OTAN, pude escuchar de Lisa Yasko, parlamentaria ucraniana hablar sobre el valiente pueblo ucraniano dispuesto a defender su tierra hasta las últimas circunstancias, aún conscientes que tienen en frente un agresor agresor que no posee el mínimo interés en negociar. Un criminal de guerra sobre el cual pesarán las vidas de inocentes familias.

“Creer o justificar la invasión de Rusia a Ucrania a raíz de la expansión de la OTAN es producto de la propaganda rusa o de la ignorancia” Kolinda Grabar-Kitarovic ex-presidenta de Croacia

Asimismo, participé en un taller donde revisamos uno de los ensayos ganadores del concurso. Como recordarán, una de las formas de asistir al simposio es a través de la competencia global de ensayos. En ese sentido, el ensayo que comentamos aborda la problemática recurrente sobre el interés de los nuevos gobiernos en modificar la política educativa y el plan de estudios. El caso que estudiamos fue el de India, donde el gobierno de Modi ha buscado remover (o reducir al mínimo) de los libros de texto fracciones de la historia que le resultan incómodos. La autora del ensayo argumentaba que, podemos estar en desacuerdo o tener opiniones encontradas sobre un episodio histórico, pero no podemos borrar el hecho de la existencia del imperio Moghul, su legado y su relación con el desarrollo de la sociedad en India.

Como parte de nuestras conclusiones, quienes participamos en este taller coincidimos en que la historia no es estática y ante la emergencia de nuevas perspectivas para entender nuestro mundo, es importante dotar de mecanismos flexibles para integrar nuevos saberes a la curricula educativa. Sin embargo, también reflexionamos sobre la existencia de una línea muy delgada entre dotar de elementos dinámicos a la pedagogía de la historia, y el peligro potencial de que esta flexibilidad sea utilizada de manera selectiva para satisfacer un interés político. Es lugar común en los gobiernos de corte populista, escuchar relatos discursivos que recurren a un pasado ficticio para evocar sentimientos nacionalistas, xenófobos o polarizantes ¿Por qué ficticio? Porque de manera artificial y con la alevosía que otorga el poder, se disecciona una parte de la historia con el fin de impulsar una agenda política. El peligro de estos relatos, como «Make America Great Again» es que, entre otras cosas, pueden transferirse al mundo físico y buscar echar abajo todo un sistema de instituciones por la fuerza. 

“En una elección, no solamente estamos eligiendo nuestro futuro, también nuestro pasado” Maria Ressa – Premio Nobel de la Paz 2021

A manera de conclusión, me llamó mucho la atención que la mayoría de los jóvenes que asistimos estamos interesados en temas políticos y tenemos interés en hacer política, pero fuera de la política. Por ejemplo a través de organismos de la sociedad civil, por medio de la academia, o realizando actividades de voluntariado, etc. Realmente muy pocos jóvenes tienen interés en participar e impulsar un cambio social a través de un partido político. Y me resultó curioso encontrar esta situación como una constante a lo largo del espectro de países de los asistentes al Simposio (quizá Singapur es la única excepción).


Y si bien es comprensible, pues yo misma comparto el rechazo hacia los partidos tradicionales, no puedo evitar pensar en los riesgos potenciales de este fenómeno. Si la falta de interés y rechazo de los jóvenes más educados hacia los partidos políticos es una tendencia generalizada, nos pone en un gran apuro como sociedad. Porque si no es la gente más capaz que no tiene interés en participar, entonces ¿en manos de quién estamos dejando el futuro de nuestra civilización?


Finalmente, solo me queda agradecer a quienes hicieron este evento posible: a Alejandro Gonzalez por nominarme como líder del mañana, estaré agradecida eternamente. Al comité a cargo de la selección de líderes del mañana en y al St. Gallen Club en México quienes al revisar mi “expediente” consideraron que mi experiencia, trayectoria y perfil profesional sumaría al evento. A Moira Lob, quien me hospedó en su departamento y me abrió las puertas de su hogar. Y por último, a los miembros de la delegación Mexicana, que me hicieron sentir parte de un gran equipo.